“Mi amor por los animales viene desde pequeña. No recuerdo una etapa en mi vida en la que no haya tenido una mascota junto a mí. Por eso me uní a la fundación, después de darme cuenta que sola jamás podría lograr un gran cambio en el tema del “Abandonó y Maltrato Animal”. Garras y Patas hace un trabajo excepcional y cada una de las voluntarias es un pilar fundamental para que todo funcione, aquí he aprendido muchas cosas y a amar a los peluditos aún más. Agradezco poder ser parte de esto, por qué además de ayudar a los peludos he encontrado grandes personas que me apoyan día a día”.