Lunita nació en la calle junto a sus hermanos, todos muy pequeños aunque ella era la más grande de su camada. Al adoptarla nos dijeron que sería tamaño pequeña a mediana, lo cual no importaba mucho la verdad; allá vivíamos en casa y con patio, aunque siempre tuvimos la idea de que sería criada adentro de la casa, pero al menos podría correr libremente cuando quisiera.
Por temas laborales nos vinimos a vivir a Santiago y pasamos de una casa de dos pisos y un gran patio, a un departamento de 50 metros cuadrados. Nos decían que le haríamos un daño a Lunita al traerla a un espacio tan pequeño, mucho más porque aún era cachorra y con mucha energía, pero la verdad jamás fue opción dejarla en el sur.
Desde el primer día que llegamos ella se adaptó genial. Jamás ha hecho sus necesidades adentro, todo va en el tiempo que le destines a jugar con ellos y a sus paseos diarios, nosotros al menos la sacamos entre 4 a 5 veces al día, pero gracias a que aquí en Santiago en muchos locales te permiten entrar con perritos, la incorporamos hasta cuando vamos a la frutería, y cuando nosotros no estamos existen servicios de paseos muy buenos.
Lunita es mediana, incluso nos hemos cambiado de departamento y ella siempre feliz sin ningún problema. Espero nuestra historia les sirva, sin duda el peor daño es separar a estos seres de nosotros, ellos se acostumbran mucho más rápido que nosotros a los cambios y como todo en la vida, requiere tiempo y amor.
Si tienes un perro mediano/grande en depto, envíanos su historia y fotos a perroparadepto@garrasypatas.cl
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